Pues aquí tenéis lo prometido, el Land-Art 2015 se celebró el sábado 19 de septiembre y ésta es la "crónica" para los que no pudisteis estar con nosotros. Antes que nada, queremos dar las gracias a todas las personas que han colaborado en esta intervención artística en la naturaleza, empezando por todos los que habéis tejido algún trocito para incorporarlo al conjunto, aquí tenéis los nombres de todos:
Keite
Sira
Zivile
Rosa Andreu
Amparín Ávila
Alexandra Calleja
Vicky Cantos
Gisela Carbonell
Ángeles Codesal
Mari Cruz
Manuela Diago
Adelaida García
Yvana Gil
Ester Gradolí
Rosana Gradolí
Héctor Grau
Rocío Grau
Maite Hernández
Sara Maximino
Isabel Mañas
Alba Monfort
Rocío Monfort
Andreu Monsonís
Claudia Pi
Júlia Pi
Claudia Piquer
Raquel Tormos
El resto de colaboraciones consistió en aportar mucho arte y cariño para que el día fuera tan bonito como fue, y eso tenemos que agradecerlo a: Javier, Zivile, Sira, Keite, Gonzalo, Clara y Pepe.
Gracias a todas esas personas, cuando llegamos el sábado a Jabierans llevábamos un montón de material que tenía que ser ensamblado y luego colocado en los árboles. Pero antes de ponernos a la faena, empezamos haciendo unos ejercicios de respiración con Gonzalo, y luego unos estiramientos con Clara que, acompañada de Pepe a la percusión, nos contó un cuento precioso sobre los árboles que ya nos puso en situación. Y así empezó un día que fue a la vez intenso por lo mucho que había que hacer, y lleno de paz por el buen ambiente que hubo en todo momento y por el entorno, que era realmente precioso.
Por la mañana tuvimos de todo, los que no cosieron, pudieron aprender ritmos árabes con Pepe, jugar, o pasear con las ovejas, que estuvieron todo el día acompañándonos.
Después de una comida muy reconfortante, la tarde fue más intensa, ya que se iba acercando el final de día y aún quedaba mucho por hacer, así que allí acabó colaborando todo el
mundo...
Finalmente, conseguimos terminar, y lo celebramos con un poco de baile y tambores, y luego unos estiramientos, que después de estar todo el día cosiendo, el cuerpo necesitaba expansión y movimiento. Y de esa manera acabamos el día, un poco cansados pero felices, porque encima de haber estado tan a gusto y haberlo pasado bien, cada vez que mirábamos los árboles nos quedábamos atontados de lo bonitos que habían quedado.
Una cosa muy importante para nosotras era poner todos los fragmentos que nos habíais enviado, y ese objetivo se cumplió. Os dejamos unas fotos de cómo quedaron los árboles por si queréis buscar el vuestro, os prometemos que está.
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